Quema la cal la sombra de tu cara.
Refleja sin tú quererlo la fuerza de tu espalda,
de hombros caídos, de piernas arqueadas.
Enrojece tu rostro,
toma vida de la montaña.
toma vida de la montaña.
Otras sombras pasan, saludan con la mano,
fruncido el entrecejo y sin palabras.
Se habla, se dice, se ríe, se calla,
es Doña Paca, amaestrando a la masa.
Y tú en el patio con la piel ya quemada,
te ríes, sueñas, navegas...
muy lejos
muy lejos
de todas sus garras.
Fue enviado a la revista Transparencias para su publicación con el pseudónimo de "Calatrava" (22.01.2008)