Sobre la vida de este escritor, poeta, dramaturgo y articulista español en lengua castellana., está casi todo escrito en Wikipedia.org , en concreto en la página http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Contreras_Elvira,
pero cito sus premios por cierta vanidad, satisfacción, al releer su participación en Almería y llevarse merecidamente en el 2006, el Primer Premio en el V Certamen Internacional de Poesía Joven "Martín García Ramos", por su libro Bildungsroman.No menciona que a través de la asociación cultural "La magia de las artes. Tu voz en Internet", publicó en la revistas on line: "myck", "lavozdelacometa.org"; en papel en las revistas: "Nueva Literatura Almería" y "Transparencias".
Como quiera que sólo el papel queda como parte de la historia, voy a insertar aquí los poemas que he encontrado. Reconozco que para un estudio bibliográfico no están muy completas. No puedo acordarme qué motivó el que no se pusieran fechas, sólo los números de cada revista, en concreto la que tengo es la número 12 de la Revista Transparencias,
Depósito Legal: AL-285/2004
ISSN: 1699-3322 y 1699-3772 para publicaciones en Internet.
Atardecer frente a la bahía de Nápoles, Pompei Thermis.
"Envueltos por la noche, no con la oscuridad de una noche sin luna o nublada,
sino con la de un cuarto cerrado y sin luces (...) (Plinio el Joven, Cartas a Tácito, VI, 6, 16, 79 DC)
Se rasgaron las bujías de la sombra, se adentraron los cuatralbos en la sombra,
bosque de fuego, de estrellas, de acordeones, la sombra ahogó bocas y gemas.
Sombra de sensatez ceñida en tormenta tras el letargo canso del invierno,
tras la profunda inhalación del invierno, tras el torbellino de lunas del invierno
con ánades de plata helada, con atalayas ardidas y pilastras extinguidas
con el fuste rodeado de trepadoras, torpes, mientras tú en aquel carruaje enlodado
en los márgenes del río por las chalanas, por las voces de luz
y la lluvia y los cirios atrapados entre cristales y los timones y los bufidos,
esa faz invernal de plata ennegrecida que ya no reconocería jamás, si amor, jamás,
me habría quedado allí contemplando tus ojos vacíos una vida,
al otro lado de la ventanilla del carruaje con un deseo de jilgueros en el rostro,
con un acopio de corzos en los parpados, con una patria de leones en los labios,
y con el hálito de niebla de los abetos y con los dientes tronchados de los abetos
y con las tapias cárdenas que cuelgan remotas en el cielo,
(sobre lápidas y flores ajadas, del orégano y los cántaros balsámicos, de ladridos helados y alas resecas) de los abetos ahogándose en tus parpados.
Se rasgaron las bujías de la sombra, se adentraron los cuatralbos en la sombra,
se oxidaron las tachuelas del olvido, concurrió un huerto (el cielo) por mi memoria,
berreaba aquel chiquillo en el trayecto colmado de esculturas de santos con musgo entre las uñas, con una paloma de nieve nadando en música de Vivaldi, agitando noche,
con el pico descascarillado contra el mármol y el cuello desvaído.
Y ahora aquí postrado en esta grada prieta, sin más hoguera que la de mi pecho
de cuando cruzabas azuzada hacia el bosque y la sombra y los vergeles.
Aquí, sin que me sientas, si hubieras estado aquí, si hubieras visto:
-Sujetaron los puños de los Dragones con grilletes, atravesaron sus belfos con ajorcas,
no sé quien colmó de balas todo el caño del manantial que brotaba de sus lenguas
y el vino de la copa de barro, el vino de la copa encendida, el vino de aquel barro estriado igual que áspides rojas, igual que reptiles, lo envenenaron todo y allá yace
igual que las siembras del invierno, atropellado igual que pájaros,
repleto de cadenas y de luces fallecidas, lleno de luz y sombras frías.-
De la hoguera, de sus lenguas de ópalo partías hacia la sombra de antes desconociendo que todo había terminado, muy alumbrada, podría ser, con el pelo desabrochado,
con el aliento descompasado y temerosa, tan abatida, los cánticos te conmovían,
si suspirabas la arena del sendero te sentía, venía un viento limpio si suspirabas,
se despertaban los candiles, sólo era de estaño el mundo, el firmamento crepitaba
si suspirabas. Podría ser que un violín silbara en tus muslos,
que las malezas se llenaban de tela ensangrentada, lloviznaban zarzas,
si suspirabas...
Y ahora estallan sombras en la caverna, verás una falúa naufragando en cada luna
verás unos ojos en cada luna, inútilmente escucharás sentada en el borde del acantilado,
nunca habrá voces allí, pasearás por el atrio de la abadía,
averiguarás el rostro de Atenea, los lobos contemplarán la escarcha al alba,
verás un mosaico de colores con coágulos de nitro en el mausoleo,
sin paredes, del convento, el tornado extirpará los rosales del tejado, desnudándolo.
Nunca habrá voces allí, nunca habrá voces allí
y los cuervos me traerán cada día con un rostro diferente espinas de congoja
en sus azadas de oro y sus frentes inundadas de esmalte y fiebre,
dejando pisadas púrpuras, se llevarán las cartas que ese joven nunca envió.
Nunca habrá voces allí y me iré sin que sigas siendo mía, que deleite.
Carlos Contreras Elvira, Cork, Irlanda,
30 de abril de 2003
http://www.lavozdelacometa.org 13/08/2005 00:36
Carlos Contreras Elvira: OBRA POÉTICA | |||
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