Ha venido hasta la playa
busca un sitio donde aparcar
la mirada de antaño,
el recuerdo de lo que otrora
le apasionaba
La tiene, la ha visto.
Su mano contonea
del hombro a la cintura
de la mujer quieta, callada.
Perfila su pecho,
dibuja su prominencia
Juega un rato. Sigue.
Siente en su ropa el agua,
del cielo gris que choca
contra la arena de la playa
Moja el agua.
Del espigón la piedra callada
a golpe de mar acompaña
La pone más dura, dibuja.
El agua borra toda huella
Aprieta. Toca. Palpa.
La lluvia moldea.
Ha pasado una hora
un año desde aquella en la arena
Mira su figura
satisfecho la abraza, la besa
Le dice muy quedo.. ¡guapa!
El año que viene
de madera.