sábado, 2 de diciembre de 2006

Seguimos con pasado y presente. Maribel Cerezuela




Cuadro pintado en acuarela por Diego Cerezuela Bueno.- 02 Ene 2006


LOCURA LAPIDARIA

Siento algo, siento gente
Siento quince,  siento veinte.


SI YO FUERA POETA

Si yo fuera poeta,
Escribiría tantas cosas...
Comunicaría tantas ideas...
Liberaría tantos impulsos...
¡Denunciaría tantas quejas!

Si yo fuera poeta,
Saciaría tantos anhelos...
Expresaría tantos fines...
¡Alcanzaría tantas metas!

¡Ay!, si yo fuera poeta.



ESPERANZA

Quería decirte tantas cosas
Para que tú me entendieras;
Mas me siento incapaz
Quizá no me comprendieras.
Me gustaría hablar contigo,
Comunicarte experiencias...
No lo consigo
Me quedo con ellas.
Te amaría siempre
Si tú me quisieras,
¿por qué no te atreves?
Algo recelas.
Miedos te invaden
Absorta te quedas,
Alguien no entiende
Qué es lo que esperas.



En aquellos años de terraza mirando al mar, pluma sin censura... Años de pandilla con jefe, aprendiz de bailarina, oyentes de Santana, Yes, David Bowie, ... saltos de vía de trenes... Trenes que llegaban de Barcelona, amigos que se iban a Madrid Estos poemas no tienen firma propiamente dicha, aunque se escribieran en papeles sueltos, servilletas de bar - la cabaña del Tio Tom, con frases de unos y de otros, pero lo que no cabe ninguna duda es de que la idea, la originalidad, pertenecía al inquieto y más imaginativo, músico y creador de toda la pandilla de amigos: Andrés Núñez Frías.


AMISTAD

Eres como la música,
Sin ella, no puedo pasar.
Me alienta, me ayuda a trabajar
Si. Eres como música,
me transmites tranquilidad.
Música, no dejes de sonar
Que consiga la serenidad.



OVILLEJO

¿Qué es la vida?
Rutina
 ¿qué es la muerta?
Suerte
Y ¿qué es el amor?
Furor
De ese modo en mi estupor
Ningún remedio se alcanza,
Pues me matan la esperanza
Rutina, suerte y furor.



SOLEDAD INCIERTA

Estoy solo en mi habitación
¡pero estás tan cerca, ...!
quiero eludirte
y apareces como incierta
¿Quién eres?
Yo, ¡quien tú esperas!.



IRRACIONALIDAD

La lista está llena (repleta)
( y su lista aún no está llena)
Pepe, Miguel, Fernando...
Y un largo etcétera,
Sólo me oye: ¡son rojos!
Su vida no merece la pena


sábado, 17 de junio de 2006

El discreto encanto de la lluvia torrencial. Joseph Einbund



EL DISCRETO ENCANTO DE LA LLUVIA TORRENCIAL

autor: Joseph Einbund

Yo aguardaba al bus que me llevara a mi trabajo a la zona de carga y descarga donde debía poner a prueba cada día mi musculatura transportando heladeras pianos y otras chucherias cuando vi que se abría la puerta trasera de un bus que no me servía y salía despedido igual que una basura el cuerpo medio desnudo de una mujer como si eso fuera nada más que una rutina aprecié rápidamente la calidad del artículo y las condiciones en que se hallaba la puerta se volvió a cerrar y el bus continuó su furioso camino seguro que a cumplir su servicio de descargar gente con aún mayor celeridad y eficiencia si cabía no había más nadie a la vista así que corrí a prestarle mi ayuda lo primero que pude apreciar fue su culo y segundo que ese culo o estaba pidiendo guerra o si no me equivocaba había acabado de ganar una batalla ya que estaba todo humedecido por una sustancia que yo conocía muy bien pero que no era la mía tomando en cuenta previamente todas esas consideraciones comprendí que la calle era un lugar peligroso para andar inspeccionando artefactos culinarios por mas útiles que sean así que la ayudé a levantarse y pude apreciar inspeccionando con el tacto cosas que me llamaron poderosamente la atención que si bien se había escrachado el trasero por supuesto que yo tengo mis preferencias todavía estaba en buenas condiciones de uso y debió agarrarse como pudo de mis bolas debido a que sus piernas aun estaban flojas mientras yo la arrastraba como podía por el sobaco y las tremendas tetas hasta el banco era deplorable el estado en que había quedado la cremallera reventada y el culo también con la caída como dije no había mas nadie así que únicamente yo pude apreciar ese tremendo culo refrescándose como yegua que levanta la cola por supuesto para ayudarla debía alzarla por el sobaco pero debido a su precario desorden de vestimenta desplazada por la caída estaba medio desnuda así que al incierto equilibrio de su andar se unió ese golpe que me impedía agarrarla por el sobaco y lo único que encontré fue su teta como ubre de vaca que encontré suficientemente firme y que podía servir al caso en vez de quejarse me lo agradeció y entonces se puso a llover torrencialmente no era aquí pues momento para no compartir y al verla temblando comprendí que había llegado la hora con tan mala suerte que me sentí en la obligación de cubrirle el trasero subiéndole la cremallera, pero ella se había roto(la cremallera) y su culo debió continuar en flor observando la lluvia caer a todo esto ya mi polla había cruzado los cuarenta y cinco grados longitud sur o las nueve y cuarenta y cinco del meridiano de Greenwich con lo que únicamente buscaba hacerse útil reclamando una acción inmediata que le permitiera cumplir con su deber la lluvia arreciaba cada vez más y yo también con lo que considerando la idea la hora el día y la oportunidad dado el caso de la escasa visibilidad el escaso transito y la improbabilidad de que la lluvia cesara con lo cual la mujer de este relato estaba mojándose inútilmente su ropa y su trasero era una picardía que no se la levantara lo suficiente como para que mi cada vez mas quejosa polla no tuviera mas libertad de acción y así mientras yo me preocupaba de su falda ella lo hacía de mi pantalón por el motivo de que esta era la peor hora para preocuparse de perder el autobús de las cuatro ya que difícilmente vendría ante este difícil dilema las cosas se resolvieron satisfactoriamente sin embargo ya que al liberarse mi polla de su encierro causo una profunda y apreciativa admiración con lo cual se dió orden inmediata de despejar la zona aledaña que pudiera perturbar el paso de la polla en el cumplimiento de su misión y así la polla y el coño bendito terminaron de lo mas amigos y los dueños de ellas las besaron y babosearon abundantemente ante la felicidad del publico que se congrego para ver el espectáculo pues la lluvia había cesado hace rato y cuando el bus se detuvo agarre mis pantalones corrí con el mar de gente y tuve suerte de entrar en cambio la mujer del culo se cruzó con la puerta cerrada en el momento oportuno con lo que se comprobó que no había leído su horóscopo de hoy no debía intentar de subir a un bus así que se descalabro repetitivamente hasta que pude comprobar apenas desde mi esforzada curiosidad que había derribado a un par de piernas fornidas de un alma caritativa que seguramente conocía este relato y le tocaba continuarlo..

domingo, 1 de enero de 2006

Te escucho. Maribel Cerezuela


01/10/2000 a las 21.45h por Fabiana la fotografía


Te escucho en la sombra de la noche,
trazamos estancias, lustrosos caminos,
corredores, ventanas de luz multicolor.
Espacio que marca,
el gesto en sonrisas.
Palabras pronunciadas
para llegar al alma,
unir senderos de eterna sabiduría.

Así quedan sonidos en el aire
que en principio, tibiamente,
como oropeles de fortaleza,
son amortiguados por la luna plateada.

maribel cerezuela