lunes, 15 de agosto de 2011

Final y principio. EL autor: Julio Cortázar y su obra.



Pretendo que nos fijemos en los rasgos antropológicos de su literatura y en ésta como autobiográfica, en gran parte. Es decir, que estos rasgos serán los del hombre Cortázar y los del hombre que él sueña.

I.- Su literatura como praxis creadora

Sus cuentos, sus novelas, nacen de una situación y son la respuesta que él inventa ante esa realidad, -esa situación, que coincide muchas veces con la suya, y que es la que él daría. Confiesa que las creaciones más destacadas en el itinerario de su literatura coinciden con pasos, momentos claves también en su vida, (por ejemplo, Rayuela, que estaría en el centro mismo de su obra y de su existencia como determinante de todo lo que a partir de entonces va a significar para él de novedad la vida)  En este sentido afirmamos que el itinerario de su obra es paralelo con el proceso de su vida vivida como él la vive; como creación, como un juego, como un constante reinventarla desde la raíz –Autenticidad- para pasar a “una realidad otra”, nueva.

Por esto es que él no se toma en serio como escritor, como profesional de la literatura. Para él, "la literatura es un juego, acto lúdico del hombre que inventa para dar sentido a su existencia", para dar una respuesta humana- y nada hay más humano que el acto creador- a la realidad que se confronta. Y la literatura es el medio que le permite crear esa respuesta, por eso es un acto creador.

Quizá en este sentido hay que entender también que para él su confesión de la literatura como una "actividad erótica, como forma de amor. Amor en cuanto acto creador, en lo que supone de salida de sí- Apertura-, y de compromiso, de respuesta ante esa realidad- responsabilidad-.


“Respuesta que puede traducirse en un acto creador imitativo… - salida de sí que se expresa como porosidad, apertura, acogida de lo ya dado, como admiración- … elogiando esa realidad que satisface, como es por ejemplo, El himno a las criaturas de S. Francisco; y otras veces, sobre todo ahora que Dios ha muerto, la realidad exterior pasa a ser campo de batalla… - dialéctica de contrarios-  ..En la que la respuesta de cualquiera que se sitúe ante ella ha de ser, de intentar modificarla que para mí lo más importante es: crear, descubrir elementos y criticar los caducos, cambiar la vida y esto siempre y en cualquier sociedad aunque llegue al hombre nuevo ideal del Che Guevara, siempre habrá algo que cambiar, que quitar porque la perfección no es de éste mundo”.

Son las dos formas de salir el hombre de sí: como contemplación y como acción. Salida de sí como riesgo, como acto fiduciario- no en el sentido de fe teologal- que le hace apostar de nuevo por la vida, por el hombre todo entero, que asume su vida, sus compromisos “procurando preservar siempre el lado solaz del hombre, su capacidad lúdica, erótica”, el humor… todos estos elementos en el sentido más profundo, “como tentativa de reinventar el mundo ... Y de quitar todo aquello que hay que quitar si se quiere llegar a un hombre verdaderamente nuevo.” Hombre nuevo que integra todo en una conjunción nueva. Cortázar no es en absoluto maniqueo, él mismo lo confiesa.

También nos ayudará a comprender su concepción de la literatura como “juego”, en su sentido más profundo, si tenemos en cuenta:

-        Su apasionamiento por la realidad humana concreta
-        Su estar, sobre todo, contento de ser hombre,
-        Su felicidad, que consiste sobre todo en palpar la vida, ya se manifieste ésta en forma de odio, amor, cólera, exaltación, de potenciación, ya que en sus novelas eso es lo que plasma: la vida, la aventura de inventar, optar, poner a prueba la libertad constantemente, la búsqueda … La decepción, el fracaso no les impide a sus personajes buscar, favorecer, esperar siempre, como es el caso de Johnny y Oliveira.